Frases para el día de la Madre. Tarjetas para el día de la Madre
EL ÁNGEL DE LOS NIÑOSCuenta una antigua leyenda que un niño que estaba por nacer, le dijo a Dios:
- Me dicen que me vas a enviar mañana a la tierra, pero... ¿Cómo viviré tan pequeño e indefenso que soy?
- Entre muchos ángeles escogí uno para ti, que te está esperando: el te cuidara.
- Pero dime: aquí, en el cielo, no hago más que cantar y sonreír, eso basta para ser feliz.
- Tu ángel te cantara, te sonreirás todos los días, y tu sentirás su amor y serás feliz.
- ¿Y cómo entenderé lo que la gente me diga, si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?
- Tu ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar, y con mucha paciencia y cariño te enseñara a hablar.
- Y ¿Qué haré cuando quiera hablar contigo?
- Tu ángel te juntara las manitos y te enseñara a orar.
-He oído que en la Tierra hay hombres malos.... ¿quién me defenderá?
- Tu ángel te defenderá aún a costa de su propia vida.
- Pero estaré siempre triste porque no te veré más Señor.
- Tu ángel te hablara de mí, y te enseñara el camino para regresar a mi presencia, aunque yo siempre estaré a tu lado.
En ese instante una gran paz reinaba en el cielo pero ya se oían voces terrestres, y el niño presuroso, repetía suavemente:
- Dios mío, si ya me voy dime el nombre. ¡Cómo se llama mi ángel!
- Su nombre no importa, tú le dirás MAMÁ.
¡FELIZ DÍA MAMÁ!
Frases por el día de la Madre
Mamá:
Tus brazos siempre se abrían cuando quería un abrazo. Tu corazón comprendía cuando necesitaba una amiga. Tus ojos tiernos se endurecían cuando me hacía falta una lección. Tu fuerza y tu amor me guiaron, y me dieron alas para volar.
Eres la única persona del mundo que siempre está, de forma incondicional.
Si te rechazo, me perdonas.
Si me equivoco, me acoges.
Si los demás no pueden conmigo, me abres una puerta.
Si estoy feliz, celebras conmigo.
Si estoy triste, no sonríes hasta que me hagas reír.
Eres mi amiga incondicional.
Gracias.
Jamás en la vida encontraréis ternura mejor, más profunda, más desinteresada ni verdadera que la de una madre.
Dios, al nacer nosotros, nos dio por cuna el corazón de una madre.
El corazón de la madre es el único capital del sentimiento que nunca quiebra, y con el cual se puede contar siempre y en todo tiempo con toda seguridad.
La más bella palabra en labios de una persona es la palabra madre, y la llamada más dulce: madre mía.
Nosotros tenemos una sola mamá, una mami, una madre en este mundo, una vida. No esperes a mañana para decirle que la quieres.
Yo te quiero tanto madrecita mía, que para mi afecto nunca habrá medida. Cuando me sonríes y cuando me besas, toda, toda el alma de dicha se llena.
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